domingo, 8 de enero de 2017








UNA DE CAL Y OTRA DE ARENA




Empezamos 2017 como una nueva etapa. Y como quiero que sea nueva de verdad tengo que hacer balance de lo pasado, como es de justicia, reconocer lo que he hecho bien y no tan bien, porque arreglando lo estropeado y diciendo adiós a lo vivido es como mejor, entiendo yo, que puedo vivir el presente.

A mí, hay dos cosas en la vida que me molestan sobremanera: la hipocresía y la injusticia.
 Así pues intento no ser yo ni hipócrita ni injusta en la manera que me sea posible, y puesto que lo que no quiero para mí tampoco sería justo que lo haga con los que me rodean cada día, aquí está este nuevo artículo para remediarlo.

Así pues al lío. A rectificar aquello que no he hecho yo tan bien en el pasado.

Los que me han seguido, leyendo este blog en el pasado,  saben que me propuse no escribir más del trabajo y de los compañeros, pues ...  no lo voy a cumplir, por lo menos, de momento.
No lo voy a cumplir porque el otro día me dieron un consejo y creo justo y afortunado seguirlo.

Os pongo en antecedentes:

Yo, cuando empecé a trabajar en Calatayud, me encontré un ambiente muy peculiar en el trabajo, ME SENTÍ muy mal y lo pasé muy mal durante un buen puñado de meses.

 Pongo el "me sentí" con mayúsculas por que quiero que todo el mundo entienda que este blog fue creado y sigue siendo, un método para expresar mis emociones y mis sentimientos, que soy además consciente de que la vida es subjetiva y que lo que para mí fueron unos meses malos para otras personas puede que no se lo parecieran tanto, a pesar de compartir mis mismas circunstancias en el mismo momento.

Esta es mi experiencia personal escrita desde el derecho de toda persona a expresar su opinión.

Pero bueno, todo esto yo lo expresé en su momento en un artículo de este blog que se titulaba IRONIA.

Reconozco que es un artículo duro, y que cuando fue leído por algunas de mis compañeras de trabajo de aquel entonces, éstas se sintieron atacadas.

En aquel entonces mi propia rabia me impidió ni tan siquiera pensar en ponerme en la piel de aquellas personas, pero ahora, que el bálsamo del tiempo ha curado en gran parte aquella herida, es de justicia reconocer que si me pongo en la piel de quien se vio reflejada en aquellas duras palabras, yo, me hubiera rebotado muchísimo.

Aunque a mí nadie me pregunto ni me comentó nada a la cara, el malestar que crearon mis palabras contribuyó al creciente malestar que crecía cada día en el trabajo. Yo me enteré al tiempo y de segundas, de las numerosas reacciones que había generado el artículo. Nadie dijo nada pero se creo un enjambre de contradicciones que convirtió algunos de aquellos momentos en los peores de mi vida.


A raíz de un cambio en el personal del juzgado la toxicidad fue desapareciendo. Las aguas volvieron poco a poco a su cauce, yo cambie de puesto de trabajo y reconozco que la ayuda de una de mis compañeras de aquel entonces fue crucial para que yo aprendiera mis nuevas funciones.

Esta crucial ayuda la quiero volver a reconocer ahora por escrito, puesto que ya la agradecí en su momento de palabra y cara a cara. El esfuerzo y la dedicación que esta chica me prestó cuando yo más la necesitaba, a pesar de que no era su obligación, me ayudó sobremanera.

Esto es justo y de justicia reconocerlo.

Y de aquellas tempestades vinieron estas calmas.

Parece un espejismo o, incluso un mal sueño, todo lo que vivimos en esos tiempos, viendo el ambiente que hay ahora. Y eso debería ser: un espejismo que pertenece ya al pasado.

AHORA ESTOY LA MAR DE A GUSTO.


Y aquí viene la lección a aprender: el otro día me dieron un consejo acertado y, sobre todo, justo. Si la gente que tiene acceso a este blog sólo se queda con el artículo antiguo seguramente se va a creer que el ambiente que hay ahora sigue siendo tan tóxico como el que yo describí en su día, y ahora ya no es así en absoluto. Las cosas cambiaron para bien ya hace bastante tiempo.

Con estas palabras quiero zanjar todo este tema. Reconociendo que aquellas palabras contribuyeron a avivar un fuego que no necesitaba estar más vivo. Lo único que puedo añadir en mi defensa es que en un momento tan duro como yo estaba viviendo entonces no hay nada que te pare cuando te revuelves harta y rabiosa contra una situación tan incómoda como injusta como la que se dio en aquellos tiempos. 

ESTAS SON MIS LUCES Y MIS SOMBRAS.

Yo, como también soy humana, también tengo una de cal y otra de arena. También me revuelvo cuando me pinchan, me dejo llevar por la rabia y cuando muerdo, muerdo de verdad, pero quiero pensar que todavía se reconocer cuando me equivoco y, estoy segura que no pasa nada por reconocer los errores.

Y esperando que así sea me despido de todos con un abrazo sincero. Hasta la próxima.




jueves, 14 de julio de 2016

RENDIRSE



Queridos míos, ya se que os he tenido muy abandonados últimamente. 
Es que tenía muchas cosas que atender al mismo tiempo. Os pido humildemente disculpas por no haber sabido nada de mi durante tanto tiempo.

Pero ahora ya estoy aquí, más relajada y dispuesta a escribir un poquito más.

Este tiempo de silencio me ha servido mucho, no sólo para poder dedicar mi atención a todos esos proyecto que tengo aquí en Calatayud, y que os había ido comentando cuando me trasladé aquí sino también para observar el momento en que me encontraba y, como viene siendo habitual, reflexionar sobre lo que me pasa y, lo más importante, como influye en mi.

Me he dado cuenta que me había venido muy arriba, pensando que podía con todo el trabajo que tenía en el campo, por ejemplo, y que pretendía hacer rapidisímamente, sin duda guiada por mi impaciencia y esa inflexibilidad con la que convivo a diario. Me he dado cuenta que con esta aptitud lo único que he conseguido es cansarme sobremanera. Admito haberme visto sobrepasada y, aun así, he seguido trabajando sin descanso. Ilusa, NO ME HA SERVIDO DE NADA.

Al fin y al cabo, como en todo, hay temas a solucionar en el campo que no dependen de mí solamente y que han retrasado irremediablemente la puesta a punto final del lugar.

Al final he tenido que RENDIRME.

Y aquí viene el quick de la cuestión: por más que yo me empeñe todo no depende de mi. En la vida trabajamos en equipo, tenemos que esperar a que unos acaben para poder empezar otros y LA PACIENCIA y EL RENDIRSE van de la mano del éxito.

No sirve de nada enervarse en el devenir lógico de los acontecimientos, sobre todo de los que vienen de ARRIBA porque nosotros, los mortales, aunque nos creamos unos superdotados controladores no somos nada al lado de los que SI que controlan verdaderamente el devenir del UNIVERSO.


Ahora viene el ejemplo que siempre explica mucho mejor lo que intento decir:

Yo, al pedir traslado, sólo abrí la puerta para que los de arriba decidieran que era mejor para mi vida. Ellos me enviaron aquí y sus razones tenían. Unas razones que poco a poco voy descubriendo dicho sea de paso.

Me gustaría hacer un inciso llegados a este punto. Hasta ahora os había hablado bastante de mi trabajo como Auxilio Judicial, y en este tiempo de reflexión me he dado cuenta que tanto hablar del juzgado me estaba retirando del verdadero objetivo de este blog, que no es mi vida laboral sino mi vida emocional, así que, con vuestro permiso, intentaré dejar de lado este aspecto de mi vida lo más posible porque aunque es importante ni de lejos es lo más importante en mi vida.

Dicho esto, sólo una alusión al trabajo: ¿os acordais de esa especie de "ascenso" que tanto pedí en La Bisbal y no conseguí nunca? Pues ya lo he conseguido en Calatayud. 

Cuando me lo dieron pensé: "Ya ha salido el pastel, ya empiezo a ver porque estoy aquí".


Bueno, a lo que íbamos, al pedir traslado intencionadamente dejé en manos de los de arriba mi voluntad, y permití que su SABIDURIA prevaleciera así sobre mi ignorancia.
Ellos decidieron que hoy esté en Calatayud supongo que porque lo que tengo que hacer en mi vida lo tengo que hacer aquí y/o que mi etapa en La Bisbal, de momento, había concluido.

Aprendí de esto a no pensar que nada es definitivo, a no dar por sentado que por haber hecho algo durante muchos años ya no se puede cambiar y a no desdeñar ninguna idea por absurda que parezca cuando te la planteen. A partir de entonces cuando me preguntan:  bueno ¿ahora ya te quedarás aquí? siempre respondo lo mismo: "nunca se sabe".

Rendirse es precisamente eso. Dejar que las cosas sucedan a su ritmo no al que intentamos marcar nosotros porque si sucedieran al nuestro nos perderíamos muchas cosas por impaciencia. Es mejor que no marquemos el ritmo.

Yo, como buena cabezona, a pesar de estar convencida de lo que os cuento, sigo intentando controlar todo. Y me sigo llevando unos berrinches exagerados al ver que, en realidad no controlo nada de lo que pienso que estoy controlando. 

Así que el propósito a alcanzar en esta etapa de mi vida es RENDIRSE. Rendirse ante la evidencia que hay cosas en nuestras vidas que no podemos ni debemos controlar por más que queramos.

En el Universo siempre hay un porque y un para que en todo, SOLO hay que esperar y RENDIRSE a la Verdad Universal: Nosotros no somos los mejores consejeros de nuestras vidas. Y hay cosas que, por más que pensemos, no podemos controlar.

Casi siempre esperar a que nuestros anhelos se cumplan merece la pena, y la impaciencia no sirve de nada nunca.

Dejemos hacer para que todo lo bueno que deseamos confluya en nuestra vida casi como el que no quiere la cosa.

Bueno, como yo hasta ahora, no me he aplicado la lección, estoy más cansada que un perro, y tengo que descansar. Así que desde ayer estoy de vacaciones y muy pronto partiré a La Bisbal a gozar de mi casita, del mar, de mis amigos, etc... que me lo merezco.

Y todo lo inacabado se quedará en Calatayud en modo espera.

Pa allá voy. Y, como anécdota, sólo deciros que cada vez que regreso a La Bisbal me viene a la cabeza la misma frase: " Y Dios en su infinita misericordia me mandó a La Bisbal".

Chao queridos. Nos vemos pronto. 

martes, 19 de abril de 2016



IRONIA


Ironía, bendita ironía. 

Soy una ardiente forofa de la ironía fina que es la puerta de entrada a un sentido del humor punzante e imaginativo, y que va dirigida a modificar estados de ánimo que no nos benefician en nada.
Dicho así suena como un montón de palabras carentes de sentido.

Lo explicaré, o mejor dicho, me explicaré mejor.

Todos aquellos que me conocen en persona o me intuyen al leer estas humildes reflexiones en el blog, saben que en Diciembre empecé una nueva etapa de mi vida en Calatayud. 
Volví a la ciudad que me vio nacer allá por 1969 sin pensarlo ni en exceso ni defecto. Acepte volver por un tema económico pero intuyendo que mi etapa en La Bisbal o había acabado o se iba a quedar relegada por un tiempo.

 Espiritualmente todavía no se muy bien porque estoy aquí, no tengo claro cual es exactamente mi misión aquí pero segura como estoy que nada pasa sin un porque, camino mi día a día descubriendo o esperando descubrir de que se trata.

Aparte de la ciudad, voy encontrando amistades que se quedaron en impass durante todos estos años y a los cuales estoy disfrutando enormemente mientras recuperamos el contacto.

Dejando atrás esta parte me quiero concentrar en el trabajo.

Hasta ahora me ha dado muy pocas satisfacciones aunque tengo que reconocer que las que me ha dado las valoro y las tengo en tanta estima que compensan con creces los malos momentos que he vivido y sigo viviendo.

He conocido a dos chicas extraordinarias que, mira que casualidad, se llaman Ana como yo.Una está en el mismo juzgado que yo y la otra en el de arriba.  Somos como los Tres Mosqueteros. Cuando una flaquea vamos todas al rescate.

Ya sólo por esto merecía la pena estar trabajando aquí. Por que, a decir verdad, (y a mí no me gusta mentir) todo lo demás, salvo raras excepciones, hay veces que no vale ni para echárselo a los cerdos.

Si, ya se que tengo que fomentar la tolerancia, la paciencia y mi vida los más Zen posible pero es que a veces no puedo olvidar que soy humana. Me perdono y pido también perdón a todas aquellas personas que, en una de mis facetas más "humanas" hayan podido salir perjudicadas por alguna salida de tono de esta bruta que os habla y que reconoce humildemente que lo es. Pero es que ... me sacan de quicio.

Estamos rodeadas, las otras dos mosqueteras, y yo de gente tóxica. Entendiéndose tóxica como un "cumplido" y no como un sinónimo elegante de insoportables, rabiosas, infantiles, indeseables y amargantes "compañeras" entre cuyas virtudes no figuran ni una sola de las que he enumerado antes.

La definición de tóxica la dejaré para otro capítulo.

Estar rodeada de gente que lo único que hace es quejarse, despotricar de todo el mundo, y que además lleva la hipocresía por bandera,  tiene graves consecuencias para la salud mental. Por lo menos para la salud mental de la gente a la que todavía, quiero creer que nos queda algo de cordura.


Siento lástima, hasta cierto punto, a diario por todas estas personas que no van de frente por la vida, cuya amargura les impide, no sólo no ver el bosque, sino ni tan siquiera intuirlo.
Gente que no sabe disfrutar del día a día ni en público ni en privado, cuya primera palabra para todo es "no", que ponen por bandera de su comportamiento mezquino la consabida hipocresía que caracteriza la mayoría de sus vidas, y que, si pudieran se erigirían en los dictadores más dictadores de la historia, eso si, siempre bajo el mismo lema "Es por tu bien".

Que su palabra es la ley como dice la canción. Que cuando se equivocan (es decir todos los días) ni tan siquiera se plantean pedir disculpas y aprender de sus errores. Y que tienen la osadía de pensar que sólo ellas ven el mundo bajo el prisma correcto siendo EGOISMO la marca que fabrica dicho prisma.

A veces me logran sacar de mis casillas porque en el fondo todavía sigo albergando la esperanza de que vean que se puede vivir de otra manera. Ilusa, si ilusa que es una.

Y en esos momentos en los que no puedo más, en los que me pondría a su altura (lo cual significa caer muy bajo) he descubierto que es precisamente mi fina IRONIA la única que logra sacarme del atolladero consiguiendo como consigue que esboce una sonrisa por pequeña que sea.

Mi ironía y mis dos compañeras de batallas, las otras dos Anas.

Hoy me han dado un consejo muy repetido últimamente, que "pase de ellas" pero creo que por fin he comprendido exactamente lo que significa. 

Pasar de largo de una situación no es huir, ni hacer oídos sordos, por que sinceramente por mucho que quiera no puedo desconectar totalmente las siete horas diarias que paso con estas personas. Pasar es no profundizar en la situación. No recoger el guante. Porque, al fin y al cabo, la rabía que emanan es suya y sólo suya. Y a mi siempre me han dicho en mi casa que no se debe coger lo que es de otras personas porque eso es robar.

Quédense por tanto cada uno con lo que le pertenece.

Yo, con lo mejor de cada situación y con la IRONIA de la misma. Y los demás ... que se queden con lo suyo o con lo que quieran. 
Porque al fin y al cabo hagas lo que hagas " Siempre labra mal la burra" así que hago lo que de verdad me ilusiona y con lo que me siento bien.

Gracias porque hasta ahora no lo había comprendido. Y yo a lo mío. A sentirme orgullosa de hacer bien mi trabajo día a día y a seguir fiel a mis principios, que estos si que son míos y no se los tengo que "robar" a nadie. Y lo demás ... que arreen por donde quieran.

Anitaaas os veo mañana.

Y a todos vosotros en el próximo artículo.

Un besazo. 











martes, 16 de febrero de 2016






CODIGO DEONTOLOGICO



"Dícese de un documento que recoge un conjunto más o menos amplio de criterios , apoyados en la deontología con normas y valores que formulan y asumen quienes llevan a cabo correctamente una actividad profesional, carrera o ... simplemente su propia vida".

Por ejemplo, los médicos, por su código  y su juramento hipocrático, no pueden intervenir para nada que no sea perservar la vida de una persona lo más posible.

Vale, esto ya lo tenemos claro ¿pero hay código deontológico para la vida? ¿hay normas aplicables al comportamiento de las personas en sus propias vidas? Yo creo que si, o si no, las debería haber.

En Reiki además de este código hay una serie de principios que, al menos, deberían ser "observados" sino seguidos por todos los practicantes de Reiki.

Y yo me pregunto ¿y por qué no tiene que haber código deontológico para la vida? Algo así como los valores o principios por los que queremos regir nuestras vidas.

Bueno no me enrollo más. Ahí van los principios que YO QUIERO que dirijan mi vida.

Empezaré como empiezan los principios del Reiki.

SOLO POR HOY .... Claro que mañana tarde o temprano se convertirá en hoy y volveremos a empezar.


SERÉ HONESTA. Y por honesta me refiero a no ser hipócrita. A decir lo que pienso a la cara de las personas pero, sin la intención de hacerles daño, con las palabras menos incisivas posibles. Y digo esto por que, consciente soy de que a veces tengo la lengua bífida, y sé que puedo hacer muchísimo daño a los demás con una sola palabra. 
A veces este "don" de la palabra que creo que tengo me puede jugar muy malas pasadas y se, por experiencia, lo mal que se puede llegar a sentir alguien a quien se le dice una verdad a la cara que, en ese momento, no está preparada para escuchar.

SERÉ HUMILDE. Y por humilde entiendo a ser todo lo contrario de arrogante. De creerme que estoy en la verdad absoluta de todo. Que yo no tengo que aprender ya nada de nadie. Que con todo lo que me ha pasado en la vida ya lo sé todo, precisamente es un gran error, puesto que todo el camino que he recorrido me ha enseñado que se puede aprender hasta de las piedras más pequeñas que te encuentras en el camino.
Líbreme Dios de pensar que yo, y sólo yo, ya tengo todo aprendido. 
Yo estoy aquí para aprender igual que todo el mundo y estar abierta a aprender es la situación más inteligente que, sinceramente, puedo tener en la vida.

SERÉ GENEROSA. Y no me guardaré el conocimiento, o las cosas que se, y que creo que pueden ayudar a alguien únicamente para mí. Creo que es egoísta no compartir algo beneficioso con los demás para hacerme imprescindible en la vida de otra persona. Me refiero a esas personas que, según mi opinión equivocadamente, se guardan para ellos su sabiduría para hacer que los demás dependan de ellos y así sentirse superiores.

PEDIRÉ PERMISO PARA AYUDAR A ALGUIEN. Esto ya lo expliqué en "el arte de no intervenir".
No siempre nuestra ayuda es incondicional. Y a veces aunque lo sea las personas que la tienen que recibir no están preparadas para ello, por lo cual me parece muy interesante, aunque de primeras yo crea que mi ayuda puede ser imprescindible, preguntar si se precisa de mi ayuda o no.

SERÉ PACIENTE. Y me va a costar muchísimo, lo confieso. Pero voy a intentar no forzar las cosas, darle tiempo al tiempo y a la gente que me rodea para que las cosas sucedan cuando tengan que suceder y, algo también importante, cómo tengan que suceder.

NO DEVOLVERÉ MAL POR MAL. Intentaré aparcar los deseos de venganza que tengo cuando alguien me hace una "putada". Intentaré, y espero conseguirlo, apelar a la empatía para poder comprender a aquellas personas que hacen algunas maldades aunque a veces no me resulta nada fácil.

Precisamente en estos momentos estoy en ello.

No entiendo porque lo nuevo siempre causa temor y nos hace sacar lo peor de nosotros mismos, puede que sea por que creemos, como los romanos, que todo lo que no forma parte de nosotros y no controlamos es bárbaro y perverso. 

INTENTARÉ ENTENDER tanto a los demás como a mí misma.

PERDONARÉ mis errores y los de los demás basándome en los mismos criterios.
Porque no vale tener un rasero para algunas cosas y otro para otras bien distinto. Y con ello quiero decir que casi siempre lo que nosotros hacemos mal es excusable pero lo que hacen otros es de lo malo lo peor.


Por ahora esto va a ser mi código deontológico particular. Ya lo iré ampliando o modificando según vaya descubriendo donde tengo que trabajar en mi vida.

Sólo quiero apuntar cuatro cositas que se me han quedado en la mente al escucharlas estos días.

BIENAVENTURADOS LOS QUE ME CRITICAN POR QUE ME MUESTRAN QUE SIGO EL CAMINO CORRECTO.

YO NO ESTOY AQUI PARA SER PERFECTA, ESTOY AQUI PARA SER FELIZ.

Ojala pueda entender a todas aquellas personas que se sienten importantes y mejores que otros cuando hacen daño a un prójimo que ni siquiera se han tomado el trabajo de conocer. Que hacen daño porque se sienten amenazadas o incapaces de dirigir sus propias vidas y creen que dirigir y manipular las de las personas que les rodean es la solución. Es algo así como esa gente que va al fútbol a gritar y a insultar al arbitro y a los jugadores del equipo contrario porque no hacen los que ellos quieren que hagan o no son de su equipo simplemente.


BIENAVENTURADOS TODOS AQUELLOS QUE ME HIEREN Y ME HACEN DAÑO PORQUE ME MUESTRAN EL CAMINO QUE YO NO QUIERO SEGUIR.

Para mí es mucho más valiente el apostar por la tolerancia. Y en eso estoy.

Gracias a todas esas personas que me felicitan porque leer este blog les ayuda en algún momento de sus vidas. Esa era y sigue siendo el único motivo de seguir difundiendo estas palabras mes a mes.

Estoy tremendamente orgullosa de ser capaz de atraer a mi vida a tanta y tanta gente que me apoya y me valora día a día.

Un beso a todos.




domingo, 17 de enero de 2016





EXPECTATIVAS


                    

Casi siempre que se produce un cambio transcendental en nuestras vidas solemos creer que es un nuevo comienzo para nosotros, es como si la vida nos diera una nueva oportunidad para conseguir nuestros sueños. Todos aquellos anhelos que, hasta ahora, no habíamos podido conseguir se abren paso en nuestra mente como si se pusieran en rampa de salida para ser lo primero que se realice al comenzar a vivir esa nueva etapa.

Y no sólo nosotros tenemos expectativas para nuestras vidas. Casi todas aquellas personas con las que nos vamos a relacionar también se forman ideas que nosotros tenemos que materializar y que les influirán directamente en sus propias vidas.

El pasado se queda atrás de un plumazo y parece como si nada de lo que antes se había convertido en un lastre para nosotros desapareciera de repente.

Yo creo más que en las expectativas en las proyecciones como método para conseguir nuestros sueños pero ni unas ni otros sirven para nada sin un trabajo diario para conseguir nuestras metas.
Lo que verdaderamente funciona es EL PODER DEL AHORA. Es decir, no vivir ni en el futuro ni en el pasado sino en este momento y en este preciso segundo. Puesto que si sólo tengo expectativas en mi vida y no trabajo a diario para que se puedan hacer realidad siempre dependeré de un futuro que hoy es irrealizable y si sólo recuerdo que "todo tiempo pasado fue mejor" siempre viviré en un limbo con el que no puedo interactuar porque ya no existe, ya pasó.

Vine aquí sin expectativas y creo que acerté al no esperar nada pero si trabajar y cambiar día a día mis circunstancias tal y como van sucediendo.

Como siempre me explicaré mejor con un ejemplo.

Ya hace casi dos meses que vivo en Calatayud. Cada día se me hace más patente el cambio tan grande y profundo que he experimentado en los años que he pasado en La Bisbal. ¿ Qué porque lo digo? Pues porque parece  que dejé Calatayud ayer.

Véase:
1.- La apuesta, esta tan rara que tiene todo el mundo para ver quién está peor, quién tiene más dolores, a quién le va peor en la vida y quién sufre y padece todos los males del mundo mundial, no la debe de haber ganado nadie en todos estos años porque: A) Si fuera verdad que la gente está tan mal en estos años ya se habrían muerto todos, y, es evidente, que siguen vivos y coleando.
Y B) En todo este tiempo ya habría ganado la apuesta alguien y se hubiera terminado este jueguecito absurdo, y todo sigue como antes de que yo me marchara.

2.-. Esta manía que tiene todo el mundo de no escuchar absolutamente nada de lo que dicen otras personas al iniciar una conversación.

Conectando con lo que explicaba al principio parece que aquí la gente no ha descubierto que si no se trabaja día a día para cambiar tu vida por más expectativas que tengas todo va a seguir igual irremediablemente.Yo afortunadamente eso lo aprendí hace mucho tiempo.

Me parece que ya os explicaba en el anterior artículo que, casi todo el mundo, que me encuentro por la calle asume automáticamente que he vuelto a vivir aquí porque en Cataluña no se puede vivir o porque he venido a cuidar a las yayas porculeras. Hasta aquí todo lógico: porque las dos cosas son ideas preconcebidas en estos lares. Lo bueno viene cuando les intentas explicar que no, que mi vuelta se debe meramente a un tema laboral. 
Bueno pues me he dado cuenta que da igual lo que les intentes explicar. Ellos a lo suyo: los catalanes y las yayas, y de ahí no los sacas. 

Es alucinante. ¿Nadie se ha parado a pensar que escuchar es bastante importante en la vida? Pues parece que no.

Creo que los grandes handicaps que tiene Calatayud son estos. Por lo demás se vive estupendamente.

Hay gente por la calle a todas horas. Cosa que en La Bisbal echaba bastante de menos. Aquello parecía un pueblo fantasma hasta en verano. 

Hoy me he ido a caminar a las 9.30 de la mañana porque ha amanecido con -5 graditos de nada y salir a la calle con esa temperatura era poco menos que un suicidio. Aún así a las 9.30 había -2 que no está mal. Pero te abrigas y ya está. 

Han hecho una serie de senderos geniales para caminar. Se llaman caminos verdes y son ideales para hacer todo tipo de deportes, como bicicleta, caminar, correr, etc... a mi me encanta salir por las mañanas. Y además siempre hay gente disfrutando del aire libre.

Otra cosa que también echaba mucho de menos en La Bisbal era poder ir al cine. Aquí en tiempos había hasta tres salas pero ahora sólo queda una. Que no está nada mal porque el Ayuntamiento la financia y así la entrada sólo cuesta 4.50 euros aún en películas de estreno cosa que se agradece bastante. Ahora han iniciado una etapa que consiste en proyectar todas las películas que fueron a los Goya.


La vida es bastante más barata que en La Bisbal y, otra cosa que ayuda mucho, es que no necesitas coche para nada. De hecho muchos de mis compañeros de trabajo viven en Zaragoza y no tienen coche. Vienen a trabajar en AVE que sólo tarde unos 20 o 25 minutos en realizar el trayecto Zaragoza-Calatayud. Así no te tienes la sensación que perder un montón de tiempo desde que sales del trabajo hasta que llegas a tu casa porque los horarios están bastante ajustados a la realidad cotidiana de los trabajadores. 

Bueno todo esto a nivel general. 

Pero ya se que también os interesa saber que tal llevo el día a día.

Bueno pues para mi sorpresa bastante bien tengo que decir. Las yayas porculeras están más tranquilas porque no es lo mismo verse solas qué que yo esté a menos de 3 segundos de su casa para echarles una mano si lo necesitan. Esa tensión de levantar el teléfono pensando qué les pasará ahora ha disminuido muchísimo tanto para ellas como para mí. 
Por supuesto, hay costumbres que nunca se pierde como el intentar tenerme controlada todo el día. Tengo que ir a verlas o llamarlas para que se queden tranquilas. Pero es que si no no serían ellas.


En el trabajo estoy estupendamente. Tengo la sensación de que esperaban que llegara alguien para quedarse,  con el anhelo de que metiera en cintura a algún satélite que hay por aquí. Pero honestamente no puedo pretender cambiar a alguien que no quiere cambiar y, además no tengo autoridad alguna porque yo no soy superior jerárquico de nadie, yo sólo soy una compañera más. 

Dentro de mi manera de ser y de mis competencias laborales intento hacer todo lo que está en mi mano para mejorar las cosas, porque cuando vienes de hacer el mismo trabajo de un sitio diferente 12 años ya te han pasado muchas cosas y ya has superado un montón de dificultades que ahora ya sabes como resolver.

Intento mejorar las cosas porque, no faltar a la verdad, pasa por reconocer que me he encontrado un juzgado lleno de mierda. Está todo amontonado porque falta espacio físico si pero también porque nadie se ha preocupado de optimizar las cosas ordenando un poco. 

Y aquí estoy yo con mentalidad Ikea para mejorar eso en la medida que sea posible.

De los compis no tengo queja alguna, al revés, he notado un compañerismo que eche mucho de menos cuando llegué a La Bisbal porque el caracter catalán es muy distinto al aragonés. Y digo distinto y no peor ni mejor al loro

Añadiendo a esto que, por supuesto, Calatayud no me resulta nada extraña como ciudad como si que lo fue en un comienzo La Bisbal, puedo decir que, hasta ahora ESTOY ESTUPENDAMENTE. 

Aunque echo de menos a mis amigo/as de La Bisbal todos los días. Eso no lo puedo ni lo quiero remediar.

Bueno pues esto todo por ahora queridos míos. Ya os seguiré contando más cosas de mi vida en la Augusta Bilbilis. Un besico a todos guapos. 






miércoles, 9 de diciembre de 2015

Resultado de imagen de imagenes construccion de una vida



















EN CONSTRUCCIÓN


"Hola me llamo Ana, tengo 44 años y soy una aragonesa afincada en el Baix Empordà" 

Así rezaba el preámbulo de cada artículo allá por 2014 cuando empecé esta andadura bloggera. Muchas han sido pues las experiencias contadas en estos casi dos años que he estado con vosotros.

Como muy bien sabéis queridos míos (os llamo así porque ya formáis parte de mi vida y yo, quiero creer, que también formo parte de la vuestra), las cosas han cambiado bastante, así que a partir de ahora el encabezamiento debería rezar de la siguiente manera: "Hola, me llamo Ana, tengo 46 años y soy una aragonesa afincada en Calatayud (Zaragoza)".


Bueno, sea como fuere, he retornado a mi lugar de nacimiento. Como ya habréis leído en los artículos anteriores, decidí poner en manos de la "providencia" el hecho de quedarme en La Bisbal, donde a nivel laboral, parecía que todas las puertas, poco a poco, se me iban cerrando, o pedir traslado y volver a Calatayud, cosa que a mi la primera se me antojaba casi imposible.

Pues resulta que Dios en su infinita sabiduría parece que no pensaba igual que la mayoría de los mortales con los cuales hable, puesto que, todos ellos y yo incluida, nos sorprendimos enormemente al comprobar que el tan lejano traslado no lo era tanto. 
Ya estoy viviendo en Calatayud y a punto de tomar posesión en mi nuevo destino el día 1 de Diciembre.
Lo cual seguro que formará parte de los sucesivos artículos a partir de ahora.


Las reacciones de la gente al verme otra vez por las calles de Calatayud han sido de lo más dispares.

La mayoría ha decidido que he vuelto para estar cerca de mi madre y de mi tía (véase yayas porculeras), o que he estado esperando mucho tiempo para volver, cosa que por fin he conseguido, porque como en tu casa y en tu tierra no se está en ningún sitio. 

También son muchos los que piensan que Cataluña ahora no es el mejor sitio donde estar porque con eso de la independencia la cosa se va a poner muy fea y en casa estoy a salvo de esos catalanes independentistas a los que les falta un tornillo.

Cómo si por obra y gracia de Artur Mas, a la menor de cambio, Cataluña se hubiera llenado de gente indeseable con la cual es imposible vivir, o algo así. 

Esa, no ha sido ni mucho menos mi experiencia.
Estoy muy satisfecha del tiempo que he pasado en La Bisbal. A mí me ha servido de mucho y agradezco a "esos catalanes facinerosos" lo bien que me han acogido todos estos años.

Estoy lejos de sentirme catalana, pues no lo soy, pero me alegro un montón de poder tener una opinión propia de cómo es Cataluña y cómo son los catalanes, sin que me influya todo lo que se dice en televisión.

El otro día fui a ver "Ocho apelllidos catalanes" porque tenía morriña y todo fijate.


Sea cual sea la reacción es curioso que muy poco gente, o casi nadie, para ser más exacta, me ha preguntado porque he decidido volver.

Simplemente los observo.

Y los observo además con curiosidad porque me interesa sobremanera descubrir la razón por la que creen todos tener la piedra filosofal que explica mi regreso. Cada persona con la que me cruzo por la calle se monta una película diferente y no tienen ningún interés en escuchar razón alguna que yo pueda decirles para explicar este retorno.


Sólo les interesa lo que piensan ellos, es curioso.

En estos días también me he topado con gratas sorpresas: con amigos con los que había perdido el contacto hace ya tiempo. Porque la distancia marca a veces más de lo que llegas a pensar.

Uno de estos amigos me preguntó  ¿te ha dado pena venirte? y le contesté con toda sinceridad, "la verdad es que si. He dejado allí mucha gente a la que quiero, mi casa, un entorno que ya era más familiar y cotidiano que este porque, quieras o no, doce años son mucho tiempo". Y, para mi sorpresa, me dio una lección que yo no había tenido en cuenta; me dijo "ahora recuperarás a los amigos que dejaste aquí".

Si, es verdad. Aquí también dejé mucha gente, que durante este tiempo, me ha echado de menos. Y no veo mejor momento para volver a retomar su amistad y su compañía. Poco a poco.


Veo este Calatayud con ojos diferentes. Las antiguas sensaciones de agobio que me producían los chismes de la gente ahora me divierten sobremanera.

Como este blog no es visual no podéis ver el "look" que llevo pero os lo cuento en dos palabras SUMAMENTE ESCANDALOSO. Un pelo muy corto, teñido de varios colores entre los cuales figura, por ejemplo, el morado y el naranja, con la parte de delante más larga que ato con una coleta. 

Uyyyy, lo que me han "admirado" todas las amigas de las yayas porculeras. 

Y lo que me divierto yo con ello. A algunos les digo que me había apuntado a un curso de submarinismo y me teñí así el pelo porque no había bastantes salvavidas, a otros que esto es por un bien social porque así los yayos que me miran y critican, ese día ya se han entretenido en algo y no tienen que ir al médico.

En ese aspecto me lo estoy pasando "pipa".

Bueno, aún me queda algo importante que es: aterrizar en mi nuevo puesto de trabajo.
Estoy algo nerviosa porque es un comienzo nuevo, en un sitio distinto y con compañeros distintos y, aunque me veo capaz de salir airosa de la situación, tengo los nervios propios del primer día de colegio. Pero todo esto, queridos míos, ya será harina de otro costal. Y ya os lo iré contando puntualmente conforme vaya sucediendo.

Pst: Estoy escribiendo estas líneas desde la biblioteca municipal. Me ha sorprendido gratamente tanto lo genial de las instalaciones como la amable bienvenido del personal. Un usurio me ha ayudado con la Wifi nada más llegar.

jueves, 1 de octubre de 2015






A MEDIO CAMINO


Vivo sin vivir en mí
y tan alta vida espero
que muero porque no muero.


A mí estos días me pasa como a Santa Teresa de la Cruz lo confieso. Mi impaciencia me marca un ritmo que nada tiene que ver con la realidad. Ni estoy en La Bisbal ni  en Calatayud, si por mí fuera ya estaría allí hace mucho tiempo porque total ¿ qué hago aquí ya? Nada.
 Me voy a mi nuevo destino y ya para que esperar más. Pues para que todo siga el curso que tiene que seguir. IMPACIENCIA CERO.

Uy!! que difícil se me antoja esta nueva etapa de mi vida.

Esta clara la lección que tengo que aprender de esto. Que las cosas pasan cuando tienen que pasar ni antes ni después. 

Y lo mejor que puedo hacer es disfrutar de cada momento que me queda aquí y del proceso en sí.

Si me paro a pensar, la realidad es que merece la pena disfrutar de cada instante de los que me quedan aquí porque, bien es verdad, que cuando ya no esté lo voy, y les voy, a echar mucho de menos.

De lo que no me cabe la menor duda es que esta etapa vivida en La Bisbal ha sido una, sino la más, importante de mi vida. Aquí he logrado transformar mi vida de una manera impresionante. 

No me canso de contar que, cuando llegué aquí era una niña pequeña (de 34 años no obstante) cuyo único anhelo consistía en sentirse querida. La presión de un cambio tan grande, pues era la primera vez que salía de casa de mis padres, y me enfrentaba sola al mundo real, me pudo en varias ocasiones.

La Bisbal ha sido la cara y la cruz de mi vida en muchos aspectos.

 En el terreno emocional lo pase fatal, puesto que un paso tan grande (de niña a adulta) en tan poco tiempo puede llegar a ser muy duro. Terca como soy además, como buena aragonesa, empeñe alma, corazón y tripas en salir adelante y, con mucha terapía y ayuda lo conseguí. Bueno,  no solo lo conseguí sino que ahora, orgullosa por supuesto de mi propio proceso personal, soy yo quien alienta a salir adelante a otras personas. 
Sinceramente creo que mi experiencia les puede servir de ayuda y de aquí nace este blog.

En cuanto al terreno profesional tampoco fue un camino de rosas. Recordaba aquellos tiempos con una de mis mejores amigas mientras comíamos juntas el otro día,  y ambas coincidimos en que, al principio me lo hicieron pasar bastante mal, pero luego todo se arregló y, desde entonces he podido disfrutar de mi trabajo y de todos mis compañeros cada día.

De hecho es aquí, en mi trabajo, donde más amigas y amigos dejo. Como no quiero que nadie se sienta ofendido no correré el riesgo de nombrar a nadie por si me dejo a alguien olvidado por el camino. TODOS y TODAS estas personas (las que se fueron y las que se quedan) han sido importantes en mi vida.
 Algunas lecciones las he tenido que aprender a base de decepciones y "puñaladas traperas" pero merece la pena pasar un trago amargo si la inmensa mayoría son mieles y, en mi caso, así ha sido.

En el terreno más personal, me quedaría muy corta al intentar describir todo lo que he llorado, sufrido, reído, amado y, por supuesto, disfrutado aquí. A mí ( si a mí)  se me quedan cortas las palabras.

Creo firmemente que la manera correcta de acabar una etapa es agradeciendo todo lo que has aprendido de ella. 

Así que, sin más preámbulos, MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS Y TODAS. 

Nunca olvidaré lo bueno que he vivido y experimentado aquí porque de lo no tan bueno hace mucho tiempo que decidí desconectarme.

Aunque un trozo de mi corazón se quedará aquí para siempre, el que se viene conmigo sigue teniendo muchísimos proyectos e ilusiones, de los cuales ya iremos hablando poco a poco.

Os dejo, queridos lectores, por un corto tiempo que me es sumamente imprescindible para recolocar mi vida en mi nueva andadura. Os dejo, sin embargo, con la promesa de que no me olvido de vosotros y de que pronto nos volveremos a encontrar con nuevas experiencias.

Lo dicho REITERO LAS GRACIAS. Y un HASTA LUEGO.