martes, 17 de marzo de 2015



LOS CAMBIOS


El primer cambio que se produce en nuestra vida es el nacimiento, y en consecuencia; todos los sucesivos cambios que experimentemos en nuestra vida serán, identicamente igual a este.

Me explicaré mejor poniendo un ejemplo concreto: yo nací dos días más tarde de lo que estaba previsto, mi madre no era, ni mucho menos joven ni preparada para el proceso, con un rodaje en partos digamos que no muy agradable puesto que su primer hijo murió al nacer, lo que conlleva un miedo intrínseco a repetir la mala experiencia. Eso añadido a que la medicina era más arcaica en aquellos años nos lleva a pensar que, yo, indirectamente sufrí bastante en el alumbramiento, incluso diría más, mucho antes del parto.

Con lo cual, si todos los cambios de mi vida, a partir del de mi nacimiento, yo repito lo que sentí entonces, nos encontramos con que aborrezco los cambios.

Pero ¿qué hago? Si una cosa está segura en la vida, es que todo está siempre en constante cambio, en constante movimiento. Es decir, que según esta lógica, o me adapto lo mejor posible a los cambios o voy a estar "jodida" toda mi vida.

¿Cómo puedo adaptarme bien a los cambios con el bagaje que llevo a mis espaldas?

¿Cómo puedo olvidarme de todo aquello que mi mente y mi cuerpo asocia cuando hay un cambio, por pequeño que sea, en mi vida? ¿Se puede "curar" esta tendencia? 
¿Dónde está la clavija que hay que pulsar para que todo esto cambie?

Bueno, creo que tengo una ligera idea de como puedo responder a estas preguntas.

La clave está en la frase metafísica que dice: "Conoced la verdad y ésta os hará libres"


Es decir; si se que me pasa cuando se produce un cambio en mi vida, reconoceré, al sentir los síntomas, que se está produciendo un cambio, por lo cual, no me asustaré cuando mi cuerpo repita las mismas emociones siempre. Tampoco me asustaré ni dramatizaré la situación, puesto que, ya sabré lo que está pasando.

Y si a esto le añadimos que puedo poner en práctica muchos de los "trucos" que he aprendido durante todos estos años el resultado es que los cambios, no es que hayan dejado de afectarme, sino que los puedo llevar mucho mejor que antes aunque, tengo que reconocer que, me pilla por sorpresa y no lo llevo tan bien como quisiera.

Unos de esos trucos a los que me refiero es la risa. Creedme parece una tontería pero es de lo más efectivo.
Reirte de la situación como si la vieras en perspectiva, como si estuviera lo más lejos posible de ti, eso hace que no te involucres tanto y te deja actuar mucho mejor.

Pero lo que más efectivo resulta es : DEJAR FLUIR. Si, es verdad, también es lo más difícil, que tienes que tener una serenidad muy afinada, una calma precisa y, un conjunto de circunstancias demasiado precisas para que se den todas juntas, por eso es muy poco común. Aunque si tú propicias todas las circunstancias posibles para alcanzar esa paz puedes conseguirla.


Vale, y ahora a ponerlo en práctica: 
En estos últimos días, en mi trabajo, hemos cambiado de jefe tres veces en el último año. Eso quiere decir que, cuando ya te has acostumbrado a como quiere las cosas uno viene otro, y "donde dice digo digo Diego" y todo porque el anterior ha dicho "digo" y yo tengo que hacerme respetar y tengo que decir otra cosa.

 Los compañeros también han cambiado, pues unos se van y vienen otros nuevos, es decir; mi entorno más conocido está en constante movimiento. Pero un movimiento rápido, de ese que no te da tiempo a acostumbrarte a la nueva situación que ésta ya está cambiando.

Mi situación en el trabajo, es verdad, que no más allá que adaptarme a los cambios dejando fluir lo más posible. Es decir, tengo que pensar en mí primero de todo, después intentar adaptarme teniéndo en cuenta mi particular idea del cambio, pero sin perder de vista la realidad y sabiéndo como se que mis patrones del pasado me harán ver una realidad que no es correcta.

Bueno pues manos a la obra. A seguir avanzando en el camino poco a poco.

Un abrazo a todos. Gracias.