lunes, 13 de abril de 2015




POLOS OPUESTOS






CREO QUE YA HE ESTADO EN EL INFIERNO...
CUANDO PROBÉ LAS MIELES DEL PARAÍSO.

PUES NO PUEDE SER ETERNAMENTE FELIZ,
EL QUE NO HA BAJADO AL POZO DE LA TRISTEZA
EL QUE NO HA SUFRIDO LA PICADURA DE LA MELANCOLÍA
EL QUE NO HA EXPERIMENTADO LA LOCURA DE LA INCERTIDUMBRE

NI PUEDE SER ETERNAMENTE DESDICHADO,
EL QUE NUNCA HA ENFERMADO DE PASIÓN
NI SE HA VISTO DESBORDADO POR EL CARIÑO
NI TAN SIQUIERA HA LLORADO DE ALEGRÍA.

PARA SABER REIR ANTES HAY QUE APRENDER A NO LLORAR
ASÍ PUES,
PARA SUFRIR... ANTES HABRÁ QUE VACUNARSE PARA SER FELIZ.



La poesía para mí es algo especial. Creo que se expresan mejor los sentimiento en verso que en prosa. 
Por eso, he comenzado este artículo con una poesía que escribí ya hace un buen tiempo.

Cómo indica el título (polos opuestos), a lo largo de nuestra vida experimentamos alegrías y tristezas, y no sólo en situaciones diferentes, sino  que muchas veces, es una misma situación la que nos produce sensaciones que son a la vez amargas y dulces.

He querido muchas veces quedarme sólo con lo bueno de algunas cosas, pero, con el tiempo he comprendido que todo: lo bueno y lo no tan bueno, forma parte de un mismo conjunto y que, lo uno sin lo otro no podría existir.

Por ejemplo, cuando pienso en mi próximo traslado me invade una  sensación agridulce al pensar en una posible despedida, aunque sea para un  futuro presumiblemente mejor que yo he elegido libremente.  Seguro que me va a resultar duro dejar atrás tanta gente a la que he llegado a querer aquí, tantos recuerdos y tantas cosas ... Seguro que me acordaré a diario de lo que he disfrutado y sufrido aquí, a veces sola y otras muchas veces en compañía.

A todas las personas que me rodean ahora y que, emocionadamente, no quieren verme marchar porque me van a echar mucho de menos...GRACIAS. Y a todas aquellas que están deseando que me vaya de una puñet...... vez también GRACIAS. Todas forman parte de mi vida y yo formo parte de la suya, eso es .... inevitable. A lo largo de estos años he compartido lo bueno y lo no tan bueno que hay en mí, espero dejar un recuerdo en aquellos cuyas vidas se toparon algún día con la mía.

Lo bueno y lo no tan bueno forman parte de un mismo tandem y, yo creo, que se dan a la vez para que, precisamente por ser opuestos, podamos compensar las emociones y los sentimientos que nos provocan esas situaciones.


Gracias a todos una vez más por leer estas líneas.